La otra crisis: El Ministerio de Certeza

            Irene Montero sigue viviendo su particular cuento de hadas, pues jamás en su corta vida había imaginado que acabaría rodeada de escoltas, con trato de señora ministra del Gobierno de España, inquilina de un despacho de ensueño y de una casa de revista y acompañada por unos retoños que son una auténtica bendición.

            Pero la señora Montero sabe que nada es para siempre y que tarde o temprano tendrá que abandonar su despacho ministerial y pasar a un segundo plano político. Y pasarán los años, llegará su merecida jubilación y las dudas de, llegado el caso, echar mano de su ley de eutanasia para no resultar una carga material o afectiva para sus hijos.

            Y ahí anda ella, imaginando cómo será ese momento de tomar la decisión definitiva ante la presión filial y social de predicar con el ejemplo. Tanto es así que, para evitar ese mal trago futuro a cientos de miles de mujeres, ha decidido potenciar y ampliar al máximo el aborto desde su ministerio de Igualdad, como si el dicho de “muerto el perro, muerta la rabia” se cumpliera siempre a rajatabla. Pero no, pues la muerte llegará de forma inexorable, con presión o sin presión, con o sin eutanasia. La muerte, aunque para los creyentes no es el final, nos iguala a todos: ricos y pobres, hombres y mujeres, animales y personas, progresistas y conservadores. Tanto es así que la ministra Montero ya ha propuesto al presidente Sánchez un cambio de nominación para su ministerio de Igualdad: Ministerio de Certeza.

La otra crisis: discriminación climática

            Ya se ve que nuestro presidente, el señor Pedro Sánchez, no debe ser muy fan del grupo musical La Oreja de Van Gogh, pues en vez del 28 ha elegido el 27. Y es que estos son los grados que, según este Gobierno progresista, debe marcar el termostato de nuestro aparato de aire acondicionado durante este verano.

            Algunos le recriminarán a Sánchez que tampoco ha pensado en el 29, pero es que ahí sí que tiene una buena excusa: nació un 29 de febrero y ya sabemos que solo celebra su cumpleaños una vez cada cuatro años. Pero resulta que esa debería ser la temperatura impuesta por el decretazo del Gobierno para todos los comercios y hogares españoles. ¿Por qué? Pues porque los españoles somos personas solidarias y sabemos que el termómetro nunca baja de 29º en aquellos lugares donde no tienen la suerte de tener refrigeración o, de tenerla, no la pueden conectar porque con sus ingresos no llegan a final de mes.

            Y como en todo lo demás, ahí también Sánchez predicará con el ejemplo. Uno ya se lo imagina, lo podremos ver en su próxima serie de televisión, en mangas de camisa, con un ventilador de los chinos a sus pies y una toalla en el respaldo del sillón para que el sudor no estropee el tapizado. Y a la hora de irse a dormir, esa será la escena más vista de su telenovela, también hará uso de otra toalla. Pero no para colocarla sobre el sufrido y caluroso colchón, sino sobre el suelo de madera, que es el lugar ideal para descansar durante estas noches tropicales que nos ha traído este cambio climático neoliberal. Y menos mal que, con toda seguridad, volverá a ganar en las próximas elecciones generales. ¡Dormir en el suelo mola mogollón!