Llegó una nueva sesión de control parlamentario al Gobierno de España y los dirigentes políticos de todos los partidos intervinientes, menos uno, claro está, repitieron una y otra vez, agotando el tiempo permitido para su intervención, una sola frase: “con Bildu no vamos a pactar”.
Al finalizar esa imaginaria sesión de control, todos los diputados se pusieron en pie y dirigiendo su mirada hacia la butaca vacía del señor Sánchez empezaron a exclamar a una sola voz: “¡fuera, fuera!”. Y colorín, colorado, esta pesadilla ya ha empezado para no acabar.